Hace
poco ví en la calle un grupo de policías uniformados que se saludaban con besos
y pensé “esto cuando yo era adolescente
era impensable. Policías besándose en la calle”.
Mi adolescencia transcurrió en la década del ’70. Por
entonces los varones nos saludábamos dándonos la mano. El beso se utilizaba
sólamente para saludar a las chicas. Un beso en la mejilla. (Que en realidad,
no era un verdadero beso, sino que consistía en apoyar mejilla contra mejilla y
liberar un beso al aire. De hecho, ese siguen siendo aún hoy el modus saludis:
Mejilla-mejilla y chuic al viento).
En los ‘80, con la democracia, se habilitó el beso
entre muchachos como saludo. Un solo beso. No dos como los españoles o tres
como los franceses. Un solo beso, porque seguimos siendo machos, después de
todo.
Sin embargo, es notable que no tenemos orgullo de
protocolo. Aparece una española y todos la saludamos con dos besos. Nadie la
corta en seco y dice: ¡Acá damos un solo
beso! ¡puta!
Sin embargo siguen habiendo sectores conservadores que
se resisten aún hoy en dar besos. Seguramente lo ven como una manifestación
clara de tendencias homosexuales y creen reafirmar su masculinidad a partir de
dar la mano con el brazo duro, manteniendo distancia. Si uno, desconociendo
esta posición saludo-ideológica del sujeto, amaga al beso, se ve rechazado con
toda la fuerza del cuerpo del otro, no pudiendo sacarse después, en toda la
velada, la sensación de ser un flojito afeminado…
Hay que saber a quien saludar. Y como.
2 comentarios:
No podría asegurarlo pero mepa que en España los hombres no se saludan con besos, de hecho recuerdo haber sido parte de conversaciones en donde se hablaba con cierto asombro de la costumbre Argentina de los besos entre hombres.
A mi me gusta nuestra costumbre.
Saludarse con un beso entre hombres es muy porteño, no sucede así en el interior. Tendrías que haber visto la sorpresa de mi hermano, cordobés y metalero en su primer viaje a Bs As cuando lo saludaban a los besos!
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